Resumir
la vida de cualquiera es como intentar contar las estrellas del universo, casi
imposible. Pero ahí está lo simpático, “casi”.
6 de
Enero de 1994, una masa blanca con ojos nació del pobre útero de mi madre,
después de graciosas 8 horas mientras
daba vueltas en el interior de mi progenitora, en un acto de inconsciente suicidio.
Pasé dos
días sin nombre, una total y completa NN hasta que finalmente decidieron
ponerme Constanza por ser constante, constante en llorar y Sofía como
significado de sabiduría ¿Sabiduría en llorar? Un enigma para mi.
Hija de
Jorge y Ruth, hermana de Natalia y el pequeño Jorge. Una linda familia.
Mi niñez
fue tranquila ya que no pude interactuar con ningún niño hasta mis 7 años
debido a una bronconeumonía a los meses de nacida y la recomendación del doctor
fue no salir mucho de mi hogar. ¿Relevante? No mucho ¿Por qué? Simplemente no
recuerdo nada.
Primer
día de jardín: lloré hasta romperle el corazón a mi Mama. Primer día en el
colegio: Vomitar hasta quedar empapada. Primer día de Enseñanza Media: Sentir
presentimiento idiota de creer que en realidad no quedé en el colegio y que
todo era un error. Primer día de Universidad: Indigestión. ¿Conclusión? Heredé la
histeria y nerviosismo de los Cifuentes y además del mal humor de los Jiménez.
Alrededor
de los 11 años mientras cursaba 6, a finales de Marzo del año 2005 nos informan
a mí y a mis hermanos la separación de las personas más importantes de nuestras
vidas. Si, nuestros padres se separaban. Esta es la experiencia que me hizo
crecer, envejecer más rápido, tener una mirada más seria, atribuirme responsabilidades que no correspondían y ser
una persona lo más racional que pueda para evitar caer en situaciones de esa índole. Sin entrar en detalles y cayendo en un Alzheimer
repentino puedo decir que fue uno de los peores momentos de mi vida, donde
gente inocente sufrió pero que se sacaron lecciones de vida inquebrantables.
Con todo esto puedo decir, que vivo en paz y tranquila con lo que nos tocó
vivir.
2006 el
gran colegio “Carmela Carvajal” se preparaba a recibir a una niña genio. Lo cual
es totalmente mentira. Si no fuera por mi querida madre y su perseverancia no
hubiera entrado al liceo emblemático, la verdad es que no me lucí en la prueba
de ingreso. A pesar de todo, ingresé a regañadientes.
Conocí
la amistad incondicional, el amor y los desamores, la frase “estudiar como
china” y simplemente reír hasta que la vejiga te gane y explotar
figurativamente hablando. Viví experiencias y me encontré con personas
increíbles. Me abrí a un mundo distinto al que me encontraba, conocí, exploré,
imaginé, comprendí y me enamoré de este mundo tan hermosamente cruel.
Después
de salir a mitad de año de cuarto medio, darme un año para disfrutar de los
placeres de la vida y dar la famosa PSU, entré a tan hermosa carrera: Terapia Ocupacional.
No verás
un punto final, porque ni yo sé como esto termina…
Konny, es un buen comienzo, buen texto,buenas las fotos, buena gráfica.
ResponderEliminarPreocúpese de mantenerlo al día, que sus entradas tengan hipertexto y fotografías. Incorpore los gadget laterales con enlaces relacionados con su malla curricular.
saludos